Emotion



 
“...emotions, conscious or unconscious, do not always respect classical logic…".
(Matte-Blanco, 1988, p. 77)

"...the psychological aspects of emotions are, like the unconscious, bi-logical estructures".
(Matte-Blanco, 1988, p. 83)

"...psycho-analysis has revealed as never before the importance of emotion in psychical life and especially in the 'shaping' of thinking”[1].
(Matte-Blanco, 1988, p. 219)

Matte-Blanco emprende el estudio de la emoción desde un punto de vista fenomenológico-psicoanalítico-lógico.

Concluye que la emoción es un fenómeno psico-físico complejo, no algo exclusivamente mental.

Para destacar la existencia de componentes físicos de la emoción, nos recuerda que, por ejemplo, cuando tenemos miedo, nuestro corazón late rápidamente y empalidecemos, subrayando que el aceleramiento del ritmo cardíaco y la palidez no son meros sustratos corporales del miedo, sino aspectos intrínsecos del mismo.

Matte-Blanco aclara que estos aspectos físicos integrantes de la emoción pueden variar de una persona a otra (en clase o en intensidad) y que no se ha llegado a establecer con absoluta certeza cuáles son los que caracterizan a cada tipo de emoción específicamente.

En cuanto a la faceta psicológica de la emoción, Matte-Blanco distingue en ella al menos dos constituyentes fundamentales: uno conformado por lo que él denomina sensation-feelings (captación psicológica consciente de eventos corporales -que aparecen como estados o como tendencia a la acción-) y otro constituido por pensamientos (actividad proposicional).

Por ejemplo, el enojo implica sensaciones en el tórax, tensión en los miembros, etc., y también pensamientos negativos acerca de quién lo provocó o relativos a lo que se le querría decir a esa persona.

Los sensation-feelings son, se experimentan como unidades indivisibles (aunque sean muchos los elementos que contribuyan a conformarlas) fugaces, que no duran en la consciencia más que un breve instante (un instante ajeno al tiempo, que queda por fuera de la sucesión temporal por no tener un instante que lo preceda ni otro que lo suceda). Su hábitat natural se encuentra en el campo periférico de la consciencia, donde las sensaciones pueden predominar con respecto al establecimiento de relaciones.





[1] Matte-Blanco destaca la influencia de la emoción sobre el pensamiento, adhiriendo a la idea de que vemos el mundo de acuerdo con las emociones que experimentamos. Por ejemplo, una persona afecta por ansiedades paranoides tenderá a ver a los demás como perseguidores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario