"Matte-Blanco feels that his purpose is to try to recover the essentials of Freud’s contribution".
(1988, Eric Rayner and David Tuckett)
"The psychoanalytic movement has been working on Freud´s contribution for nearly a century, and we are still struggling to understand all his intuitions".
(Matte-Blanco, 1988, p. 45)
"...the unconscious is omnipresent in every human manifestation"
(Matte-Blanco, 1988, p. 181)
Matte-Blanco compara al psicoanálisis
con un adolescente a quien las ropas le han quedado chicas y ya no puede
moverse con comodidad.
Cree que el hecho de no contar con un
marco de referencia adecuado dificulta la realización de descubrimientos e
impide aprovechar la riqueza ofrecida por la experiencia clínica, y es por eso
que postula la necesidad de una reformulación de la teoría psicoanalítica,
sobre todo en aquellos puntos en los que le parece que resulta insuficiente en la actualidad.
Piensa que, entre otros, el concepto de energía psíquica, como base de los puntos de vista económico y dinámico, y el de espacio como trasfondo de la perspectiva topográfica y estructural, como así también de la noción de objeto, requieren ser revisados, porque no han evolucionado satisfactoriamente y hoy en día resultan inapropiados para la descripción de los fenómenos mentales.
Piensa que, entre otros, el concepto de energía psíquica, como base de los puntos de vista económico y dinámico, y el de espacio como trasfondo de la perspectiva topográfica y estructural, como así también de la noción de objeto, requieren ser revisados, porque no han evolucionado satisfactoriamente y hoy en día resultan inapropiados para la descripción de los fenómenos mentales.
Teniendo por objetivo arribar a una visión de la mente más precisa y unificada, Matte-Blanco se esfuerza por pensar sistemáticamente la realidad psíquica con la ayuda de herramientas lógico-matemáticas, basándose principalmente en la relación simétrico-asimétrico derivada de su concepción relativa a los dos modos de ser del hombre [1].
Pero lo crucial de su enfoque es que, decidido a descubrir sus maravillas y a explorar sus misterios, se niega a tratar a lo inconsciente como una mera cualidad [2] o a confinarlo al Ello [3], prefiriendo conservar su sustantividad, reconocer su omnipresencia en todo producto mental y devolverle el honor de portar el título de auténtica realidad psíquica. Gran parte de sus escritos apuntan a que el psicoanálisis se reencuentre consigo mismo reubicando al inconsciente en el lugar de privilegio que ocupó en sus inspirados inicios, en otras palabras, a salvaguardar el tesoro de Freud.
[1] Matte-Blanco considera que fue Freud quien estableció las bases para este tipo de enfoque, a pesar de no haberlo desarrollado completamente.
[2] Lo que Freud denominó inconsciente es para Matte-Blanco un modo de ser (simétrico), caracterizado no solo por la cualidad de la inconsciencia, sino por varios otros rasgos entre los que se cuenta como uno más la propiedad de ser inconsciente, considerada por este autor como una consecuencia necesaria de la estructura de este modo y de la del otro modo de ser (asimétrico) conocido como consciencia.
[2] Lo que Freud denominó inconsciente es para Matte-Blanco un modo de ser (simétrico), caracterizado no solo por la cualidad de la inconsciencia, sino por varios otros rasgos entre los que se cuenta como uno más la propiedad de ser inconsciente, considerada por este autor como una consecuencia necesaria de la estructura de este modo y de la del otro modo de ser (asimétrico) conocido como consciencia.
[3] Matte-Blanco opina que, si bien los cambios
introducidos por la segunda tópica freudiana fueron valiosos en algunos
aspectos, sobre todo en lo concerniente al Superyó y la descripción de los
padecimientos del Yo en función de su vasallaje a tres instancias, el concepto
de inconsciente resultó dañado al ser reemplazado por el Ello (como una región
psíquica entre otras).
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