Frenesí bi-modal

Entrada elaborada a partir del capítulo 12 del libro de I. Matte-Blanco: (1988). Thinking, feeling and being, London, Routledge, 2005.
 

Caso clínico:
Paciente apegado a su madre y con profundos sentimientos agresivos hacia ella. Todo esto era vivido intensamente en la transferencia. El analista era visto como una madre poderosa capaz de darle todo lo que quisiera. Al mismo tiempo, por no querer sentir gratitud hacia él, el paciente negaba su evidente avance en el análisis. Sin embargo, su negación era ambivalente, ya que comentaba con frecuencia, aunque casi contra su voluntad, las notables mejorías en su comportamiento y en sus relaciones con los demás.

Luego de una sesión en la que se trabajó sobre sus dificultades para aceptar su progreso, tuvo un sueño en el que un amigo le decía: "Qué cambiado estás, y cuán diferente se ve tu cara". Él lo negaba y se sacaba los anteojos para mostrarle que seguía siendo el mismo. Su amigo lo miraba y sacudía la cabeza.
Asociaciones del paciente: Deseo de cambiar, sentimiento de debilidad. Interpretaba al sueño como una expresión de que había envejecido, de que estaba acabado y de que debería prepararse para morir. Madurar implicaba envejecer, luego, sobrevendría la muerte. Hasta ahora había vivido día a día, sin considerar el futuro y sin detenerse a pensar en la muerte, que había sido para él solo un concepto teórico.
Este sueño muestra una negación de sus sentimientos referidos a su propia realidad interna y una proyección de los mismos en su amigo. Su negación era lo suficientemente fuerte como para rechazar en el sueño la observación de su amigo acerca de su cambio.

Las fantasías referidas a su madre pueden verse en un segundo sueño, relatado en la misma sesión. En este sueño el paciente se encontraba dentro de la catedral de San Pedro, en Roma, adonde habían sido bautizados sus hijos.


Asociaciones: Varios arquitectos (Bramante, Sangallo, Raphael, Miguel Ángel y Bernini). La cúpula lo hacía pensar en un abdomen, y su parte superior en un falo, un ombligo y un pezón, todo al mismo tiempo. Intensa atracción por los pechos y nalgas de las chicas. Su auto (siempre había tenido buenos autos, sofisticados y veloces -potencia masculina-, recientemente se había comprado uno que le agradaba especialmente y al que cuidaba con ternura).

A partir de sus asociaciones y del trabajo previo se podía inferir que el auto representaba el cuerpo de su madre tanto como el propio cuerpo. Decía: "Quiero poseerla (en italiano la palabra auto es un sustantivo femenino), controlarla, identificarme dentro de ella, compartir un cuerpo con ella, como si fuera un centauro. Al mismo tiempo tengo miedo de hacerme daño. El auto anda mal cuando yo me siento mal". Si las bujías estaban sucias para él era como si hubiera dañado a la madre. Había notado que tendía a infligir pequeños daños al auto, que eran acciones propiciatorias para prevenir daños mayores. Por otro lado, las sentía como injurias auto infligidas. En esta etapa comentó que cuando había hecho experimentos científicos con gatos había sentido culpa por haberlos matado. Cada vez que había participado en uno de estos experimentos había provocado compensatoriamente algún daño menor a su auto. Matte-Blanco interpretó a esta conducta como un autocastigo por ataques imaginarios a sus hermanos representados por los gatos.  

La negación del cambio y la proyección de su reconocimiento en el amigo podrían estar relacionadas con su miedo y reticencia a experimentar gratitud. Por otro lado, el cambio había sido pasado de mejorar a empeorar. Esto evitaba el tener que agradecer, pero a la vez era insoportable, por eso en el sueño otra persona advertía el cambio y no él (proyección). De todas maneras se trataba de su sueño, y el amigo podría ser un aspecto de sí mismo, por lo cual es lícito concluir que en todo el proceso hay negación pero también reconocimiento de la realidad interna del paciente, posibilitada por una especie de escisión por la cual se atribuyen ambas actitudes a diferentes partes del self. No se trata de una combinación o mezcla de aceptación y rechazo parciales, sino de la coexistencia de la total aceptación con la total negación, manteniendo a ambas separadas entre sí. Esto parece un ejemplo de intento de resolución de la antinomia fundamental, pero que resulta fallido por recurrir al modo heterogéneo exclusivamente. 

En el segundo sueño el paciente se encontraba dentro de la catedral de San Pedro en Roma. Sobre la base del punto de vista del simbolismo general y de sus asociaciones podemos pensar que esto significa estar dentro de su madre: la cúpula-pecho-útero coronada por un pezón-ombligo-falo. Los arquitectos nombrados representaban a su padre y a su abuelo materno.
Dentro de la iglesia el paciente estaba con sus hermanos-niños, mientras que en el auto la relación con la madre era exclusiva, él y el auto-madre eran uno. Esto requería excluir-matar a los hermanos-gatos-niños, por lo cual pagaba dañando a su self-auto-madre.
El sueño muestra varias condensaciones (estructuras bi-lógicas), ya que cada elemento juega simultáneamente varios roles. Se observa una gran utilización de relaciones simétricas que comprimen a varios elementos de un conjunto o situación dentro de otro elemento, de tal manera que este representa y al mismo tiempo es todos los demás elementos. Esto sucede, por ejemplo, en el caso de la cúpula, que representa y es el vientre y el pecho. Además, la identidad entre la parte y el todo, lleva a que la cúpula también represente y sea la madre. Hay que notar, sin embargo, que el PS (principio de simetría) no es visible.

El progreso equivalía para el paciente a decadencia y muerte. Esto se conectaba con fantasías de robo a la madre y la apropiación de sus posesiones. Por esto sería castigado siendo despojado de todo, incluso de su vida. Estar dentro de la iglesia expresaba un ataque a la madre. Había tomado el control del auto-madre hasta el punto de identificarse con ella y también de la potencia paterna. Invadiendo a la madre había expandido sus propios límites. También sería correcto decir que había incluido a la madre en él o que se había fundido con ella. En realidad las tres posibilidades son modos inadecuados de expresar la realidad interna describiéndola con imágenes (representaciones de fenómenos espacio-temporales).

En realidad, lo que está ocurriendo es una disolución de las relaciones de contigüidad, estamos mirando a una realidad que se vuelve cada vez más simétrica, es decir paulatinamente aespacial-atemporal. Pero como nuestros ojos solo pueden ver en términos de espacio-tiempo o de relaciones asimétricas, no es extraño que nuestras descripciones y conceptos (proyección, introyección, etc.) sean insuficientes. Es por ello que no debemos forzar la realidad en moldes que no encajan

Las condensaciones señaladas son como trampolines para sumergirnos en la simetría. El paciente se experimenta a sí mismo como diferente de su madre, su auto, la catedral... esto sucede en un nivel superficial, pero como sus sentimiento lo revelan en sueños él también es la madre, el auto, la catedral... Asimetría y simetría, pero en niveles distanciados.

Ni en el sueño ni en las asociaciones encontramos la presencia del PS, pero al juntarlos aparece una variedad de condensaciones, desplazamientos, etc. Es decir, por separado respetan el modo heterogéneo, pero al superponerlos emerge el PS. Matte-Blanco propone llamar a esto frenesí bi-modal: se llega a los dos modos sin violar las reglas del modo heterogéneo.
 
Conclusión:
Este es el caso de una persona normal
El estudio de las sesiones junto con los sueños y sus asociaciones correspondientes revela complejidad y plantea problemas difíciles.
El sueño de San Pedro y sus asociaciones muestran que la cúpula tiene varios significados a la vez que continúa siendo la cúpula misma: la antinomia fundamental.
El sujeto es lo mismo que la madre-auto y también es él mismo: nuevamente la antinomia fundamental.
Las nociones de proyección e introyección van perdiendo significado en algunas de sus manifestaciones al comienzo de la zona que precede a la total simetría y al frenesí simétrico en la estructura estratificada normal.
Resumiendo, este es un caso de frenesí bi-modal. De hecho, si no consideráramos los dos modos, el material presentado resultaría incomprensible. Sueño + asociaciones son un ejemplo de frenesí bi-modal moderado.