Ignacio Matte-Blanco llevó a cabo
a lo largo de su carrera una investigación sistemática y minuciosa de la obra
freudiana. Paralelamente se dedicó al estudio de lógica matemática y averiguó
que, en la misma época en la que Freud revelaba al mundo sus descubrimientos
acerca del inconsciente, grandes nombres de la matemática hacían avances
impresionantes valiéndose de la teoría de los conjuntos y del concepto de
infinito. Ambas disciplinas, psicoanálisis y matemática, evolucionaron al mismo
tiempo sin que se estableciera entre ellas ninguna conexión, hasta que Matte-Blanco
confió en la posibilidad de relacionarlas.
Matte-Blanco distinguió en Freud
dos modos de comunicar sus descubrimientos: uno que se basa en la descripción
fenomenológica de sus hallazgos y otro en la construcción de modelos que
utilizan elementos propios de la física y de la química[1],
muy novedosos en su tiempo, para explicarlos teóricamente. Análisis, mezcla y desmezcla de pulsiones, complejos de representaciones, sublimación, etc., son nociones
claramente derivadas de la química; en tanto que energía (o equivalentes que se distribuyen, se condensan, se
desplazan, etc.), impulsos, trabajo, conflictos entre fuerzas antagónicas, aparato, psíquico, etc., surgen de la
física, principalmente de la termodinámica. Por otro lado, para explicar el
funcionamiento del psiquismo, Freud fue agregando otros conceptos cada vez más
complejos, pero también más difíciles de integrar con coherencia en un sistema
unificado.
Sin pensar jamás en contradecir
la teoría freudiana, Matte-Blanco sigue los desarrollos de Freud, marchando
paso a paso en compañía del maestro mientras revisa su obra desde una
perspectiva particular. Es así, como mediante la aplicación del pensamiento
lógico-matemático a los postulados freudianos y la incorporación de algunos
aportes propios, logra finalmente una visión global de la teoría
psicoanalítica, que favorece y amplía la comprensión del psicoanálisis.
En sus libros y artículos aborda
casi todos los temas básicos propuestos por Freud, explayándose sobre
psicopatología, pulsiones de vida y de muerte, funcionamiento del psiquismo,
representaciones de la mente, creatividad artística, etc., y ocupándose incluso
de aspectos técnicos referidos directamente al trabajo clínico.
[1]
Recordemos que Freud pensaba que en el organismo actúan solamente fuerzas
físicas y químicas, con exclusión de cualquier otra.
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